El jurado emitió la sentencia en los últimos días, pero el hecho sucedió en 2012, cuando la chica pidió permiso para ir al servicio durante una clase. La profesora pensaba que dejarla salir iba en contra de las reglas del instituto, así que no se lo permitió, informó el diario San Diego Union Tribune.
Los abogados de la entidad arguyen que la profesora nunca tuvo intención de provocarle un daño. Había comprado el balde para que sirviera de baño provisorio en caso de una situación de emergencia e incluso ella misma había orinado en él en ocasiones en las que se quedó trabajando hasta tarde, según el periódico local.
"Algo así nunca debió pasarle a una chica de 14 años, nueva en un colegio secundario. En el juicio se alzó y contó una historia realmente vergonzosa, le dijo al jurado cómo esto afectó su vida y cómo está sufriendo aún", dijo su abogado, Brian Watkins.
Según dijo el letrado al San Diego Union Tribune, el caso es "uno de los casos más peculiares que jamás haya tenido".
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 29 de junio de 2016
La profesora no trabaja más en el colegio, luego de haber sido puesta en suspensión administrativa. Se espera que el distrito escolar apele la sentencia, pero de todos modos la joven demandante está "muy contenta de haber hecho escuchar su voz".