En el transcurso de sus experimentos, los investigadores utilizaron más de 1.400 embriones de cerdo a los cuales inyectaron tres tipos de células madre pluripotentes inducidas, las cuales son capaces de generar la mayoría de los tejidos, informa la revista Cell.
Posteriormente, los embriones fueron trasplantados en una cerda en la cual se desarrollaron exitosamente. Los científicos monitorearon de cerca la dinámica del desarrollo del material humano con ayuda de una proteína fluorescente.
Como resultado, las células madre pluripotentes inducidas formaron en el embrión células predecesoras de diferentes tipos de tejido, del cual suelen formarse órganos como el corazón, hígado y partes del sistema nervioso.
No obstante, tras observar el desarrollo de los embriones entre tres y cuatro semanas, los científicos decidieron eliminar estos híbridos por razones éticas.
El objetivo de sus experimentos fue estudiar la posibilidad de criar animales con órganos útiles para una futura trasplantación a los humanos.
La elección de cerdos se debe a que las proteínas del organismo de los marranos son similares a la de los humanos.