"Innegablemente los pasos anunciados entre los dos bloques son promisorios por los efectos comerciales, esencialmente para la región latinoamericana donde las oportunidades para los sectores no tradicionales constituyen una oportunidad potencial de inversión y realización económica", dijo el también docente de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz.
En el caso de la región andina, "los países miembros de la subregión tienen la responsabilidad de homogeneizar las regulaciones comerciales para la promoción de sus principales productos (bienes y servicios), condición indispensable para viabilizar el acuerdo" con el bloque euroasiático, afirmó.
En criterio del experto, un tema clave para un acuerdo eficaz y duradero "radica en el intercambio de información para que los protagonistas del comercio bilateral tengan acceso a los mercados".
En un mundo global, dijo Miranda, las alianzas estratégicas son un incentivo para los sectores no tradicionales de la economía, como las pequeñas y medianas empresas dedicadas a la manufactura y la agricultura, entre otros rubros.
Por otra parte, advirtió que si bien las perspectivas de un acuerdo son promisorias, la Comunidad Andina deberá demostrar estabilidad institucional, dado que en los últimos años se ha visto afectada.
"Bolivia y Ecuador continúan mirando hacia el Mercosur mientras Colombia y Perú están anclados en la Alianza del Pacífico", remarcó el especialista.
La Comunidad Andina de Naciones fue creada en 1969 y actualmente la integran Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.