El documento al que tuvo acceso la periodista venezolana, señala que el testigo CS1, José Santos Peña, quien participó en la operación que condujo a la captura de los familiares del presidente Nicolás Maduro, cometió perjurio y violó las leyes norteamericanas, y el uso de su testimonio constituye una injusticia manifiesta.
Los abogados de Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas creen que se trata de "un caso criminal extraordinariamente raro", y sostienen que el juicio tiene la marca de un testigo principal cuya reputación se vio marcada por una averiguación relacionada a otro caso.
Además, reiteran que las drogas nunca fueron obtenidas por los investigadores y el único actor del Gobierno que vio los presuntos estupefacientes fue detenido durante la investigación y posteriormente juzgado por haber mentido al Gobierno.
En tal sentido, solicitan a la Corte conceder la moción para la absolución del juicio o alternativamente, ordenar un nuevo juicio.
Efraín Campos Flores y Franqui Francisco Flores De Freitas, sobrinos de la primera dama venezolana, fueron declarados culpables el 18 de noviembre en una corte de Nueva York, por conspirar para introducir 800 kilos de cocaína en Estados Unidos.