Según los comisarios de la muestra, Dalí admiraba a Goya y decidió hacer una reinterpretación surrealista de 'Los Caprichos' en la década de los años setenta del siglo pasado, a los que aportó el color y sus propios elementos, como los relojes blandos o la perspectiva profunda. Asimismo, Dalí reescribió las leyendas con las que Goya acompañaba cada uno de sus grabados.
"Reinterpretando 'Los Caprichos', Dalí acerca las obras de Goya al espectador contemporáneo. Y lo hace sin cambiar el sentido de los grabados", indicó a Radio Sputnik el coleccionista ruso Borís Fridman.
Nuestro interlocutor se mostró muy contento con el entusiasmo con que el público ruso recibió la exposición, algo que, según Fridman, demuestra el amor que hay en el país eslavo por el arte español.
En tanto, el Museo Pushkin, según su directora, Marina Loshak, está negociando con el Museo del Prado de Madrid para traer a Moscú más obras de Francisco de Goya.