"El 6 de febrero no se juzga sólo a tres personas sino a todos los ciudadanos que votaron el 9-N, así como la sensibilidad democrática de una sociedad que no entiende que un conflicto político se resuelva en los tribunales", expresó Jordi Sánchez, presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC).
Artur Mas y sus exconsejeras están acusados de haber cometido delitos de prevaricación y desobediencia al impulsar desde el Gobierno catalán la celebración de una consulta soberanista que había sido declarada ilegal previamente por el Tribunal Constitucional.
En ese proceso, celebrado cuando Mas era el jefe del Ejecutivo catalán, participaron 2,3 millones de personas, de las que un 80,76% votó a favor de la independencia de Cataluña.
La defensa del expresidente catalán asegura que Mas no cometió los delitos que se le imputan porque "interrumpió la organización y gestión del proceso participativo" cinco días antes de la consulta, a raíz de la prohibición del Constitucional.
"Lo que realmente pasó es que nunca se convocó oficialmente a la ciudadanía, sino que se les dio la oportunidad de organizar y tomar parte en un proceso participativo que se acabó realizando gracias a la intervención de miles de voluntarios", expuso la defensa en un escrito en el que presentó sus argumentos.
En su llamamiento a la movilización, Jordi Sánchez sugirió a los ciudadanos la posibilidad de "solicitar un día festivo" para poder acudir al juicio, que se celebrará un día laborable a primera hora de la mañana.