Por el momento, los científicos no han logrado descubrir ningún planeta que, como la Tierra, albergue vida. Sin embargo, nuestro planeta no siempre fue tal y como lo conocemos hoy.
La 'otra' Tierra
Se desconoce exactamente cuándo se originó la vida en la Tierra. Hay pruebas contradictorias que indican que todo empezó hace 3.300 o 3.700 millones de años, incluso hay teorías que sitúan el origen de la vida en hace 4.000 millones de años, justo después de la formación definitiva de la Tierra y la Luna y al final del 'bombardeo' de grandes asteroides y cometas que trajeron los "bloques de construcción de la vida" a la Tierra.
Hace aproximadamente entre 2.400 y 2.320 millones de años, la concentración de oxígeno en la atmósfera aumentó de una manera espectacular, pasando del 0,0001% al 21%. Actualmente, los científicos consideran que la catástrofe fue provocada por los primeros organismos fotosintéticos: las cianobacterias, que limpiaron la atmósfera de CO2 y la llenaron de oxígeno.
Un fenómeno atmosférico podría acabar con la vida en la #Tierra https://t.co/LVWCW6yiMV pic.twitter.com/j73Yc7zCsE
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Kipp y sus colegas encontraron una manera de estudiar este evento detalladamente. Los científicos descubrieron que el comportamiento de dos isótopos de selenio —el selenio-82 y el selenio-78— depende de la concentración de oxígeno en el océano o en cualquier otro medio que incluya el selenio y sus compuestos. Esto permitió a los especialistas seguir las fluctuaciones de concentración de oxígeno en los océanos primigenios de la Tierra durante todo el período de la Gran Oxidación.
Las profundidades de la vida
Para comprobar estos datos, los autores recogieron siete docenas de muestras de antiguas rocas de la Tierra de los siete depósitos de esquisto formados en Groenlandia, el sur de África y otras partes de la Tierra hace entre 2.300 y 2.100 millones de años.
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Kipp y sus colegas descubrieron que incluso al final de la Gran Oxidación, en el océano, había áreas completamente libres de oxígeno, donde la vida previa a la nuestra podría haberse escondido y adaptado paulatinamente a las condiciones de la nueva era.
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Los nuevos datos sobre el desarrollo de esta Gran Oxidación abren una posibilidad interesante: 200 millones de años de existencia de oxígeno en la atmósfera deberían haber sido suficientes para garantizar que los antiguos organismos se adaptaran a esta nueva circunstancia y 'se olvidaran' de cómo vivir sin oxígeno. Sin embargo, cuando este elemento químico volvió a desaparecer de la atmósfera, 200 millones de años después de la Gran Oxidación, aquellas formas de vida, ya adaptadas a las nuevas circunstancias, desaparecieron también junto a él.
Por lo tanto, los investigadores opinan que la presencia de oxígeno en otros planetas distantes no tiene por qué implicar que en ellos exista vida y es posible que los 'habitantes' de estos planetas se extinguieran sin dejar rastro.