"Estamos dispuestos a dialogar con EEUU al respecto, si nos dan garantías de protección de la vida y la salud de los niños rusos adoptados, (…) nuestro objetivo no consiste en mantener esa ley", dijo la política.
En Rusia rige desde 2013 la llamada ley Dima Yákovlev, que prohíbe la adopción de niños rusos por familias estadounidenses, aprobada tras una serie de abusos y casos de violencia contra los niños adoptivos rusos en EEUU, cuyos autores quedaron impunes.
Dima Yákovlev fue adoptado por una familia de Estados Unidos en 2008 y murió cuando su padre adoptivo lo dejó encerrado dentro de un coche en plena ola de calor.