"En esta fase de creciente inquietud sobre la seguridad de Europa, los efectivos militares de Reino Unido, que están ubicados en países europeos como Estonia, Polonia y Romania, seguirán cumpliendo su misión", dijo la dirigente conservadora durante la presentación de su plan Brexit.
"En esta era en que juntos nos enfrentamos a una grave amenaza de nuestros enemigos, las excepcionales capacidades de la Inteligencia británica continuarán ayudando a mantener a los europeos a salvo del terrorismo", añadió.
La alusión a la contribución europea de los servicios secretos y las fuerzas armadas de Reino Unido sugiere la determinación de la 'premier' conservadora de utilizar la cuestión de seguridad en sus negociaciones con los 27 líderes comunitarios.
"Aunque no fue tan burda como para presentarlos explícitamente como moneda de cambio, dejó muy claro la importancia que tienen", concluyó el influyente 'think tank' Open Europe.
"Fue un voto para restaurar nuestra democracia parlamentaria y autodeterminación nacional y para ser incluso más globales e internacionalistas en acción y espíritu", continuó en Lancaster House, escenario de pactos y acuerdos históricos.
Open Europa celebró la "claridad" aportada por la jefa del Gobierno en sus objetivos de negociación pero reconoció que todavía "quedan muchas cuestiones sin respuesta".