El módulo de combate ABM-BSM 30, producido en Sebastopol por la empresa Impuls-2, es capaz de detectar al enemigo y destruirlo.
Hasta 2014, los secretos de su creación los guardaba en exclusiva la empresa Impuls-2 y su jefe de diseño Vyacheslav Krivorog, quien realizó la idea de este complejo que, además del cañón automático de 30 mm y una ametralladora de 7,62 mm, incluye un programa informático que le permite operar sin intervención humana.
Según los representantes de la empresa, los desarrollos se llevaron a cabo únicamente dentro de esta, pero para aplicarlos y presentarlos al público hacía falta financiación de Rusia. Anteriormente, estos sistemas no se usaban más que en los aviones. Es el primer módulo que no solo es manejable, sino también da en el blanco con una precisión casi absoluta.
La unidad de combate Vijr es una torre blindada con un cañón automático y una ametralladora con la posibilidad de aplicación de misiles antitanque y antiaéreos. Se puede colocar en el BMP-3, coche blindado Tigre, avión de asalto Su-25, helicóptero Ka-52. La instalación funciona de manera autónoma, sin la presencia humana. Una persona, a su vez, puede controlar de forma remota hasta cuatro complejos a la vez, especificando el objetivo de encontrar y destruir al enemigo.