Sputnik les acerca a un novedoso generador híbrido ruso que combina la energía eólica con la solar en una única planta eficaz.
Historia de los híbridos
Los intentos de combinar las plantas solares con los generadores eólicos han surgido de vez en cuando hace mucho tiempo ya, pero apenas alcanzan un éxito notable.
La durabilidad también es un desafío: bien los paneles solares se ven dañados por las partículas y piezas de basura aceleradas por el aeromotor o se colocan de una manera menos eficaz y pierden su rendimiento energético.
Dos científicos rusos, Valéri Pereválov y Leonid Primak, elaboraron un diseño de planta eólico-solar que elimina el inconveniente de utilizar las dos fuentes a la vez. El Instituto de Energía de Moscú (MPEI), por su parte, diseñó el esquema eléctrico que combina los dos flujos de electricidad casi sin pérdidas.
Los autores comentaron a Sputnik que la idea para la planta surgió ya en 1998, pero solo recientemente el proyecto llegó a la fase de creación del prototipo y las primeras pruebas.
Las condiciones para la energía renovable en Rusia
Rusia es un país peculiar para la 'energía alternativa', explica Pereválov, profesor adjunto en la Universidad Politécnica de Moscú.
"La velocidad del viento y la insolación son considerablemente menores que en los países líderes en el sector, como Dinamarca. Por eso las tecnologías extranjeras no funcionan bien aquí", según él.
Así, para ganar la atención, una instalación solar-eólica debería tener una eficacia por encima de sus competidores.
"¡Logramos alcanzarlo! Ya el prototipo creado para demostrar la tecnología tiene un rendimiento conjunto de 40% —lo que equivale en eficacia a sus homólogos modernos—, pero también es muy silencioso. Y al calcular el efecto económico a lo largo de 10 años de uso activo, previsto por el diseño, el precio de electricidad resulta 2-3 veces menor que el de las tarifas actuales en Rusia", asegura el ingeniero.
Otra 'especialidad' rusa son las fuertes ráfagas del viento. A pesar de una baja velocidad promedio anual, en la mayoría del territorio ruso ocurren temporadas de fuertes vientos, capaces de abatir árboles y destruir edificios anticuados. Destrozan también las plantas eólicas.

"Por eso aseguramos que nuestra instalación sea duradera. Funciona bien con la intensidad del viento de 40 metros por segundo y es capaz de soportar ráfagas breves de hasta 80 metros por segundo. Además, pusieron el prototipo desde varias alturas sobre varias superficies, y en ningún caso los paneles solares se vieron destrozados", afirma Pereválov.
Hecho en Rusia para el mundo
La producción del primer lote para la venta está prevista para finales de 2017.
Los autores subrayan que su proyecto es producto de las tecnologías rusas. Además del MPEI, participaron en la creación el Instituto Central de Aerohidrodinámica (TsAGI) y una empresa productora de paneles solares rusa.

El proyecto ya atrajo la atención de clientes potenciales. El Ministerio de Emergencia ruso envió la solicitud sobre la eventual entrega de 500 instalaciones. Otras entidades estatales y comerciales también enviaron sus solicitudes, así como varias organizaciones extranjeras.
"Recibimos una propuesta de cooperación de una empresa surcoreana. Un instituto belga especializado en energía renovable nos envió una carta semejante. China nos solicitó la información sobre un posible lote de varios miles de instalaciones", enumera Pereválov.
"Queremos dominar el nicho de las instalaciones de pequeña y mediana potencia, es decir, de 5 a 15 kilovatios. En Rusia, estimamos este mercado debe alcanzar entre 5.8 y 8.4 millones de dólares anuales. Y una vez finalizados todos los trámites preparatorios y que lancemos la producción en serie, vamos también a exportar una cantidad considerable", concluye el creador del aparato.
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