Cigarrillos
La planta de tabaco absorbe diferentes componentes durante el proceso de cultivo. Al fumar un cigarrillo, elementos radiactivos como el plomo y el polonio se van acumulando en los pulmones, propagándose más tarde a todas las partes del cuerpo humano. Esto también afecta a los fumadores pasivos.
Lámparas fluorescentes
Las lámparas fluorescentes, que reemplazaron a las fuentes de luz tradicionales, emiten radiaciones infrarroja y ultravioleta nocivas para la piel, así como rayos UVB y UVA, aunque en bajas cantidades.
Plátanos
Esta fruta, rica en fructosa, sacarosa y glucosa, contiene también un isótopo radiactivo llamado potasio-40. A pesar de que el contenido de esta sustancia peligrosa es solo de un 0,0117%, dio nombre a la llamada 'dosis equivalente a un plátano' (BED, por sus siglas en inglés) —un concepto usado en ocasiones por los defensores de la energía nuclear para relativizar los riesgos de la radiación—.
Teléfonos inalámbricos
Estos dispositivos modernos son una fuente de radiación independientemente de que no estés utilizándolos. Sin embargo, los ingenieros trabajan para desarrollar novedosos modelos con menos emisiones de este tipo.
Nuez amazónica
Las frutas de este árbol nativo de América del Sur están consideradas unas de las más radiactivas del mundo, ya que contienen unos 40-260 becquereles —unidad de medida de la actividad radioactiva— por cada kilogramo, lo que representa unas 1.000 veces más de lo que contienen otras nueces.
Televisores
Los televisores más antiguos que utilizan tubos de rayos catódicos son una fuente de radiación. En lo que respecta a las pantallas de cristal líquido modernas (LCD) o de plasma, se consideran mucho más seguras, ya que obtienen una certificación especial de radiación antes de salir al mercado.
Arena para gatos
La bentonita —una arcilla de grano muy fino utilizada en la arena de las mascotas— puede contener pequeñas trazas de sales de uranio y torio radiactivos. Por cierto, esto también pasa con los antiguos platos de cerámica, sobre todo los de la primera mitad del siglo XX.
La luz de tritio
Los relojes, llaveros y otros objetos radioluminiscentes son también una fuente de radiación. El propio fenómeno de la radioluminiscencia se produce tras la desintegración de una partícula de tritio. Mientras el aparato esté sellado no representa un peligro, pero una vez rota su hermeticidad, hay que deshacerse de estos objetos inmediatamente.
Microondas
Este electrodoméstico, que se utiliza para cocinar o recalentar los alimentos, también puede ser peligroso para el organismo humano, ya que libera unos niveles de radiación electromagnética elevados. Los expertos recomiendan alejarse del microondas mientras está en marcha para evitar los efectos negativos de este dispositivo en la salud.
El granito
El granito emite cantidades elevadas de radiación. Es por eso que, por ejemplo, un visitante de la Estación Central de Nueva York, cuyo lobby está completamente recubierto de granito, se ve expuesto a unos niveles de radiación mayores que los trabajadores de las centrales nucleares. Pero no te preocupes… si quieres visitar este lugar, pese a los niveles relativamente elevados de radiación, sus índices no pueden provocar daños en la salud.
Papel satinado
El papel cuché, utilizado mayormente en la impresión de revistas, también contiene pequeñas cantidades de uranio y torio, elementos radioactivos.
Redes wifi
El wifi nos libera de los cables a la hora de utilizar internet, pero las ondas que genera contienen radiación y crean campos electromagnéticos dentro de nuestras casas. Es por eso que los expertos recomiendan ubicar los rúters lo más lejos posible de las habitaciones, así como apagarlos cuando no están siendo utilizados.