"El Comando Antigolpe viene siendo una fuerza de tarea donde se unen elementos de las fuerzas militares, pero también elementos de la fuerza civil, para un objetivo muy concreto y específico: en este caso se pretende reactivar un plan de desestabilización parecido o igual al de 2014", explicó.
En febrero de 2014 una serie de protestas contra el presidente Maduro derivaron en enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de las fuerzas de seguridad, dejando un saldo de 43 personas muertas.
En la supuesta conspiración habrían estado involucrados varios representantes de la oposición, entre ellos, los políticos Leopoldo López y Antonio Ledezma, ambos detenidos, el primero con una condena de casi 14 años de prisión y el segundo en proceso de juicio.
En esta ocasión el Gobierno "está tomando la experiencia" de hechos anteriores para hacer frente "a un nuevo plan conspirativo", explicó Izarra, especialista en Planificación de la universidad de Harvard.
Fuerza de tarea
El militar señaló que la fuerza de tarea conjunta se crea para atender una situación determinada.
"Sigue existiendo la fuerza militar, lógicamente, pero genera una fuerza de tarea que se concentra en una coyuntura y con objetivos específicos, y cuando se resuelve esa operación para la cual fue creada esa fuerza de tarea desaparece y continúa su actividad de defensa integral de la Fuerza Armada", añadió.
El especialista asegura que en este momento en Venezuela la oposición desarrolla un plan "con mayor magnitud al de 2014".
En tal sentido, sostiene que la tarea que cumple este comando es "impedir que se vuelva a generar una situación de desestabilización de terrorismo, y de actos que busquen aniquilar el proceso revolucionario partiendo de la caída del Gobierno por la fuerza".
Integrantes
El Comando Antigolpe por la Paz y la Soberanía está encabezado por el vicepresidente Ejecutivo, Tareck El Aissami.
Otros integrantes del comando son el diputado y militar retirado Diosdado Cabello, el director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Militar, general Gustavo Gonzalez López; el comandante de la Milicia Nacional Bolivariana, general Ramón Vega González; el director de la Policía Nacional, general Franklin García Duque, y el director de Contrainteligencia Militar, general Iván Rafael Hernández Gala.
Eje de acción
Según expresó Maduro esta dirección se encargará de preservar la paz y estabilidad de Venezuela y tendrá comandos en las ocho Regiones Estratégicas de Desarrollo Integral de los 24 estados del país, además de que contará con el apoyo de la Fuerza Armada.
En tal sentido, instó al Comando Antigolpe a actuar en cuatro ejes: defender la soberanía; garantizar el orden constitucional; garantizar el funcionamiento de la sociedad, y evitar la violencia en el marco de las garantías constitucionales plenas.
Una acción "desesperada"
Para el mayor general retirado de la Fuerza Armada venezolana, Cliver Alcalá, la creación de un comando antigolpe es una acción "desesperada".
"Esa creación del Comando Antigolpe es una maniobra errática, sin planificación, desesperada por parte del Gobierno o por parte de un grupo del Gobierno, porque teniendo una Fuerza Armada Nacional Bolivariana no tiene ningún sustento crear un sustento distinto para defender la soberanía", dijo Alcalá a Sputnik.
El militar cree que delegar esta responsabilidad en un comando "denota incluso desconfianza con relación a la Fuerza Armada y desconfianza con el accionar en las posibles manifestaciones que se den en el futuro en el país".
Primeras acciones
El jueves el comando realizó sus primeras intervenciones al detener a cuatro personas, entre ellas un diputado de la Asamblea Nacional, dos concejales y un general, por presuntamente estar detrás de un "plan terrorista", según informó Reverol.
Venezuela atraviesa desde hace más de un año una profunda crisis política que ha enfrentado duramente al Gobierno y la oposición y que se suma a la frágil situación económica que afecta al país.
Ambas partes iniciaron el pasado 30 de octubre un proceso diálogo para resolver la situación política.
En la mesa de diálogo participa un grupo de expresidentes como acompañantes en representación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), entre quienes se encuentra José Luis Rodríguez Zapatero, de España, Martín Torrijos, de Panamá, y Leonel Fernández, de República Dominicana.
El diálogo actualmente está interrumpido, luego que la oposición no asistiera a la última reunión, prevista para el 6 de diciembre, por considerar que el Gobierno no estaba cumpliendo con lo acordado en una instancia previa.