"Las acciones de los estadounidenses solo pueden ser calificadas de un intento de ocupar la propiedad rusa, lo que contradice fundamentalmente los compromisos jurídicos de EEUU y también el propio concepto de un Estado sujeto del derecho internacional", dijo.
Se trata de un inmueble en la costa de la bahía de Chesapeake, en Maryland, que el Gobierno soviético compró en 1972, y un complejo en Long Island, cerca de Nueva York, en la costa del océano Atlántico, adquirido por la URSS en 1954.
En octubre pasado el Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de EEUU responsabilizaron al Gobierno ruso de estar implicado en los ciberataques contra instituciones estadounidenses, sin presentar prueba alguna hasta la fecha.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 1 de enero de 2017
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó de mito e histeria las denuncias de la supuesta influencia de Moscú en los comicios presidenciales de EEUU.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov destacó por su parte que este tipo de acusaciones son absolutamente infundadas.