"Sin lugar a dudas este tipo de restricciones causará daños adicionales, y no solo a las relaciones bilaterales, sino también a la economía global y al mercado energético global; sin lugar a dudas podrían ejercer determinadas consecuencias negativas también para nuestro país", declaró.
Diez senadores de EEUU presentaron el 10 de enero un proyecto de ley que pretende recrudecer las sanciones contra Rusia.
En particular, las limitaciones afectarían el sector energético y a quienes participan en la privatización de activos rusos o están vinculados con la adquisición de la deuda soberana rusa.
El proyecto de ley debe ser aprobado por ambas Cámaras del Congreso y firmado por el presidente.
Al comentar esta iniciativa, Peskov señaló que "la economía rusa y el sector energético ruso demostraron su firmeza durante los últimos dos años".
"Es un sistema muy flexible y muy fuerte con una alta reserva de resistencia; por ello no hay duda alguna que tanto el sistema como el propio sector de la economía hallarán las correspondientes medidas de compensación para minimizar el posible daño de este tipo de acciones en caso de que se concreten", advirtió.
A finales de diciembre de 2016, el presidente saliente de EEUU Barack Obama ordenó aplicar sanciones contra cinco entidades y seis ciudadanos de Rusia y expulsar a 35 diplomáticos rusos, por la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones estadounidenses.
El Kremlin consideró estas medidas como nuevos pasos hostiles de la administración saliente de EEUU y una provocación encaminada a socavar aún más las relaciones entre ambos países, pero se abstuvo de responder con medidas similares ante la expulsión de sus diplomáticos.