Eric Bramwell, de 35 años, fue declarado culpable por haber sustraído un control remoto universal. Su larga pena fue dictada debido al prontuario, relacionado con el robo de otros objetos similares, según informó el Chicago Tribune.
El aparato estaba en el área común de un edificio. El ladrón lo tomó con guantes, pero los descartó en el lugar de los hechos. De ahí se tomaron muestras de ADN que coincidieron con las existentes en una base de criminales.
De ahí surgió que robó televisores y controles remotos de complejos de viviendas en al menos otros seis barrios, detalló el periódico de Chicago.
"Más allá de lo que haya robado, el señor Bramwell se burló de la ley. Tomó lo que quiso una y otra vez y esperó esquivar las consecuencias. Las cosas no funcionan así, como el señor Bramwell pudo ver ahora", comentó el abogado del Estado, Robert Miller, según el periódico.