"Su Majestad el Rey viajó a Lisboa acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, y el embajador de España en la República Portuguesa, Juan Manuel de Barandica y Luxán", comunicó la Casa Real.
A su llegada a Lisboa, la delegación española fue recibida por el canciller luso, Augusto Santos.
Seguidamente, según comunicó la Casa Real, el monarca español mantuvo breves encuentros con el presidente del Gobierno brasileño, Michel Temer, y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, entre otras autoridades presentes en la capital lusa.
Una vez finalizadas las recepciones, Felipe VI se trasladó al Monasterio de los Jerónimos de Santa María de Belém para asistir al funeral, donde transmitió personalmente su pésame a la familia de Soares.
Mário Soares, que fue presidente de la República de Portugal entre 1986 y 1996, es considerado una de las figuras políticas portuguesas de las últimas décadas por su participación en la transición a la democracia tras la Revolución de los Claveles, que puso fin a la dictadura instaurada en el país luso desde 1926 hasta 1974.
"Su tarea y legado político en Portugal y su decisiva aportación al éxito de la transición democrática de la sociedad portuguesa, le convirtieron en uno de los grandes líderes portugueses y europeos del último siglo", señaló el Rey de España el pasado fin de semana tras conocer su fallecimiento.
Además de la representación institucional española, destaca entre los presentes en el adiós a Soares la figura de Felipe González, presidente del Gobierno español entre 1982 y 1996.
González viajó a Lisboa encabezando la representación del Partido Socialista Obrero Español en la despedida del también socialista Soares, al que el expresidente español se refirió como un "referente" por su "gran riqueza intelectual", su "coraje político" y su "pasión por la libertad y la justicia social".