Según explica la constructora española, "esa es la cantidad máxima que el consorcio podría demandar", aunque advierten que "todavía no han decidido cuánto exigirán finalmente", según recoge el diario El País.
El consorcio de empresas, Grupos Unidos por el Canal, entregó la infraestructura del nuevo canal de Panamá el pasado 26 de junio, pero las reclamaciones por sobrecostes no dejan de crecer.
El contrato de adjudicación fijaba una fecha límite, una vez puesto en funcionamiento el canal, para fijar la cuantía máxima que se podía reclamar en el futuro.
Según Sacyr, la mayoría del sobrecoste se deben a la calidad del basalto, fallas inesperadas en los terrenos sobre los que se desarrollaron los trabajos, huelgas y cambios normativos, además de desencuentros por las garantías concedidas.