"Los cursos se realizan en lugares protegidos, sobre todo, bases militares. Por el riesgo de filtración se tiene que dejar los móviles afuera", constata el periódico.
Los cursos tienen por objetivo informar a los empleados de las entidades públicas sobre la situación actual en materia de la seguridad nacional y se realizan por los profesores de la Academia Militar de Suecia.
"A través de la instrucción incrementamos el nivel de su entendimiento de las amenazas que existen actualmente en esfera de la política de seguridad y les explicamos pára que se necesita una nueva defensa universal y cómo debemos desarrollarla", aclaró al medio Lars Hedstrom, uno de los organizadores de los cursos.
Según el medio, a los cursos invitan, principalmente, a los policías, los funcionarios de aduanas, de los servicios públicos, el transporte y el sector energético. A ellos le informan, por ejemplo, sobre la cooperación militar entre Suecia y la UE, EEUU, Finlandia y la OTAN.
En respuesta a la pregunta del medio sueco si creen que Rusia es un problema, Lars Hedstrom contestó que "sí, eso lo señaló a nuestra atención el Gobierno".
Según él, "muchos de nuestros participantes no vieron el período de la guerra fría, así que esta experiencia para ellos es un 'viaje a otro mundo'".
Las declaraciones políticas y el ruido mediático acerca de la 'amenaza rusa' crecen en Suecia ya hace más de dos años y están vinculados con el debate acerca de la adhesión del país en la Alianza Atlántica.
Posibles consecuencias: "El ingreso de Suecia en la OTAN provocaría respuesta rusa"
Rusia, por su parte, destaca que no amenaza a nadie y advierte que esta medida hostil —la adhesión al bloque militar— conllevaría una respuesta dura, dedicada a contrarrestar la entrada del país escandinavo en la OTAN y la aparición de infraestructura militar en otro país vecino más.