Para los creyentes, esta celebración es el segundo festivo más importante del calendario ortodoxo después del Domingo de Resurrección.
El nacimiento de Jesucristo en Belén se festeja la noche del 6 al 7 de enero según el calendario juliano, utilizado en vida de Jesús y por el cual se guían las Iglesias ortodoxas que no reconocieron la reforma hecha por el papa Gregorio XIII en el siglo XVI y cuyo nombre —calendario gregoriano— lleva el que utiliza la iglesia católica.