No obstante, los usuarios de las redes sociales no tardaron en burlarse de la noticia.
Así, Sergienko Dima sugirió en Facebook que los buques estarán destinados a "vagar por los océanos del mundo".
Otros ridiculizaron el hecho de que la fábrica donde se construirán lleva el nombre del líder bolchevique, Vladímir Lenin.
Según la Ley 'De la condena a los regímenes comunista y nazi', aprobada en 2015, las autoridades del país se han visto obligadas a renombrar calles y ciudades enteras que llevan nombres de políticos soviéticos o están relacionadas con el legado de la URSS, además de desmontar los monumentos erigidos en su honor.