Durante el proceso la jueza Ana Shipíkova interrogó a altos exfuncionarios de Ucrania vinculados a la administración del presidente Víctor Yanukóvich, la Fiscalía General, el Ministerio de Interiores y el Servicio de Seguridad de esta nación.
Los interrogados afirmaron que la UE amenazó con propiciar un cambio de poder en Ucrania en caso de una negativa a firmar el acuerdo de asociación.
El exjefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Alexandr Yakemenko, aseveró durante el proceso que todos los sucesos que tuvieron lugar en la plaza Maidán de Kiev fueron dirigidos por funcionarios de EEUU.
Según los testigos, en estos sucesos participaron instructores de Georgia, los países del Báltico y Polonia.
En el juicio también fue interrogado el expresidente ucraniano, depuesto durante estos hechos, Víctor Yanukóvich.
A finales de noviembre de 2013, los partidarios de la integración europea invadieron la Plaza de la Independencia de Kiev, Maidán, protestando por la decisión de suspender la firma del Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la UE.
En las semanas posteriores el Maidán se convirtió en el epicentro de la confrontación entre los radicales y la policía, con un saldo de numerosas víctimas mortales por ambas partes.
Yanukóvich y las Bérkut negaron su implicación en los asesinatos y el expresidente declaró que no dio órdenes de disparar contra los manifestantes pacíficos y que hasta dispuso retirar todas las unidades policiales de Kiev.