El padecimiento por los ruidos va más allá de los ruidos de la pirotecnia y también ocurre cuando hay "otros estímulos sensoriales" como aplausos u otros sonidos intensos, explicó Antuña.
De este modo, las explosiones de festejo luego de las 12 campanadas que marcan el inicio del nuevo año pueden ser "momentos de crisis" cuando transcurren los festejos en lugares donde se lanza la pólvora recreativa. Estos estímulos pueden transformarse en llantos y otras manifestaciones de incomodidad y angustia, debido a la confusión e incertidumbre que generan.
Lanzar globos es la opción más común, pero en los últimos años se ha popularizado el uso de lámparas de papel, indicó Antuña. Si el niño lo tolera, una alternativa son las varillas de luces de bengala, que no producen tanto ruido como otros elementos pirotécnicos.
"Si no se puede evitar porque están cerca de un lugar donde sí se tiran fuegos artificiales, se recomienda que el chico permanezca con la mayor cantidad de cosas que le sean conocidas", explicó Antuña, cuyo hijo de nueve años padece un TEA.
En ese caso, tener a mano cosas que le sean familiares, le den seguridad o le produzcan placer como juguetes o aparatos electrónicos, pueden aliviar el momento de angustia. Asimismo, una música suave para tapar las explosiones que se puedan escuchar puede ser de ayuda.
Para los casos que no presentan una sensibilidad tan "extrema", se intenta anticiparle al chico mediante apoyos visuales, como agendas u organizadores, lo que va a pasar "para bajar un poco la ansiedad", precisó la referente.
"El problema se da sobre todo el no saber a qué se debe esa cantidad de ruidos y explosiones. Cuando uno no sabe y no entiende lo que está pasando, se asusta. Suenan a que es una guerra. Si están anticipados de que no son ni explosiones ni disparos sino que se trata de diversión para algunos, puede ser que no participen pero por lo menos no se desorganicen y no entren en una angustia", aseveró.
Las asociaciones de protección a los animales también se suelen manifestar en contra de estos objetos, ya que a las mascotas y otros animales de compañía suelen causarles sufrimientos. Otras personas se oponen debido a la contaminación sonora que generan.