El paciente tiene 32 años y ha vivido sin una mano desde su nacimiento. De hecho, le fue trasplantada la extremidad de un donante muerto.
Según Domanasiewicz, este tipo de operaciones habían sido realizadas anteriormente solo en unos gemelos siameses nacidos en Indonesia y Canadá. También han trasplantado extremidades a pacientes con amputaciones.
"Este es un avance importante en la neurociencia y en la práctica de trasplantes, ya que hasta ahora se ha pensado que este tipo de operaciones no podría ayudar en el caso de defectos congénitos", explicó el cirujano a Sputnik.
Este tipo de operaciones no se había probado antes en personas nacidas sin extremidades por dos razones. En primer lugar, existía el temor de que el cerebro del paciente no fuera capaz de reconocer la extremidad y controlarla, es decir, sería una prótesis muerta, inmóvil.
La segunda razón era técnica, añadió Domanasiewicz.
"La ausencia congénita de las extremidades implica grados variables de alteración en el desarrollo de los tejidos. Esto significa que los huesos pueden ser diferentes, pueden faltar nervios, vasos sanguíneos, grupos de músculos que controlan la extremidad… Esto es lo que disuadía a los cirujanos de abordar operaciones semejantes", dijo.
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Los galenos creen que el éxito de la operación dará esperanza a muchas personas que nacen sin una extremidad.