Un tanque inflable a tamaño real —que cuesta varios miles de dólares y tiene un peso de unos 30 kilogramos— de este particular ejército puede inflarse en solo unos cinco minutos. Además, los modelos de misiles balísticos tienen un ligero blindaje metálico, por lo que son percibidos por los radares como material bélico real.
Estas imitaciones inflables son utilizadas por los militares chinos durante sus maniobras. También son útiles para engañar a los servicios de inteligencia, satélites y sistemas de alerta temprana y control aerotransportado —AWACS, por sus siglas en inglés— extranjeros.