"La administración Obama no solo no ha defendido a Israel sino que ha colaborado en su contra. Trabajaremos con Donald Trump y con nuestros amigos en el Congreso para repeler esta decisión", ha recogido esta noche un comunicado oficial del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
A pesar de la unanimidad del Consejo de Seguridad, de la que solo ha disentido la abstención de Estados Unidos, Israel considera que el resultado de la votación es una "traición" del presidente Barack Obama, aunque tiene la seguridad de que la resolución no tendrá ninguna repercusión puesto que así lo ha indicado el presidente electo Trump.
Netanyahu ha tratado por todos los medios de frenar esta iniciativa del Consejo de Seguridad. Fuentes de la oficina de Netanyahu aseguran que el primer ministro mantuvo ayer una tensa conferencia telefónica con el secretario de Estado, John Kerry, para arrancarle la promesa de que Estados Unidos vetaría la resolución. Sin embargo, Kerry se negó a prometer nada a Netanyahu.
En el comunicado de Netanyahu se añade que "Israel trabajará conjuntamente con el presidente electo Trump y con nuestros amigos en el Congreso, republicanos y demócratas conjuntamente, para anular los daños de esta resolución absurda".
Por su parte, en Ramala, donde está la sede de la Autoridad Nacional Palestina, se ha recibido la noticia con satisfacción moderada pues es consciente de que las resoluciones del Consejo de Seguridad no tienen ninguna repercusión cuando se trata de Israel.
Nabil Abu Rudeina, consejero del presidente Mahmud Abás, ha declarado que la resolución de esta noche es una "gran bofetada" a la política de Israel en los territorios ocupados.
"La resolución del Consejo de Seguridad es una gran bofetada a la política israelí y una condena a los asentamientos que cuenta con un consenso internacional completo, así como un apoyo a la solución de los dos Estados", ha dicho Abu Rudeina.