A diferencia de la reproducción asexual, este modo de reproducción permite a los descendientes obtener genes de dos progenitores, lo que los equipa mejor para adaptarse a ambientes cambiantes, y para enfrentar a parásitos que evolucionan rápidamente.
Sin embargo, la mayoría de las especies han adoptado la reproducción sexual, dejando a muchos científicos desconcertados por esta gran paradoja de la biología. Para esta investigación, publicada en 'Proceedings of the Royal Society B', científicos han trabajado con pulgas de agua, una especie que es muy interesante porque puede reproducirse tanto sexual como asexualmente.
Estos hallazgos sugieren que la necesidad crucial de las especies de evadir las infecciones puede explicar por qué la reproducción sexual persiste en el mundo natural, a pesar de ser costosa.