Anis Amri, el tunecino considerado el principal sospechoso de haber cometido el acto terrorista en la capital alemana, ya había atraído la atención de los servicios de seguridad de varios países europeos mucho antes de la tragedia. El joven, de 24 años de edad, solía buscar en internet información sobre distintas maneras de fabricar explosivos.
Otro sospechoso de estar involucrado en el atentado estaba siendo vigilado por los servicios secretos de Alemania como islamista radical, según una declaración del ministro del Interior de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Eger.
Además, la Oficina Europea de Policía (Europol) envió a principios de este mes avisos sobre la posibilidad de atentados en Francia, Alemania, Bruselas y los países de Europa del Norte antes de la Navidad y la Nochevieja, informó RIA Novosti.