La comisión señala que no tuvo pruebas para concluir que "el incidente fue un ataque intencionado contra un blanco humanitario".
El pasado 19 de septiembre un convoy humanitario de la ONU y la Media Luna Roja Siria fue atacado en las inmediaciones de la localidad de Urm al Kubra, situada al suroeste de la ciudad de Alepo.
La misión humanitaria estaba acordada con Damasco y los grupos armados de la oposición.
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, unas veinte personas murieron como resultado de la agresión, y 18 de los 31 camiones fueron destruidos.
Informó también que en esta zona fue detectado un avión no tripulado estadounidense capaz de atacar blancos terrestres, hecho que niega el Pentágono.
El ente ruso subrayó que precisamente la noche del ataque a la caravana de la ONU los terroristas del Frente Fatah al Sham (antiguo Frente al Nusra, proscrito en Rusia y otros países) iniciaron en Alepo una ofensiva con fuego de artillería y tanques.
Además, Rusia informó a EEUU que en ese momento no había aviones rusos en la zona.