"Hemos recibido una decena de sistemas novedosos de guerra radioelectrónica (REB), —como las estaciones de interferencia HW y VHF— así como los complejos móviles Krasuja 4", comentó el militar a la agencia RIA Nóvosti.
En enero de 2017, los especialistas militares rusos practicarán el despliegue de las unidades novedosas de lucha electrónica, así como la búsqueda de las fuentes de radio ondas y la creación de interferencias para una lucha más eficaz contra un enemigo ficticio.
Krasuja es capaz de entorpecer el funcionamiento de los radares enemigos a un radio de 300 kilómetros, así como interrumpir las actividades de los aparatos no tripulados e impedir su conexión con el puesto de mando.
Los suministros de Krasuja al Ejército empezaron en 2012. Los sistemas de lucha radioelectrónica Krasuja 4 se fabrican en la ciudad rusa de Briansk.