Vladimir Putin: El presidente ruso es un apasionado de las artes marciales. Practica judo desde los 11 años.
"Era sólo un niño cuando empecé. Me interesé mucho en las artes marciales, su filosofía, cultura, los vínculos con el rival y las reglas de combate", dijo en alguna oportunidad Putin, quien ostenta el título de Maestro de Deportes en judo.
Además el mandatario es Maestro de Deportes de Sambo (deporte de combate y sistema de defensa personal desarrollado en la URSS), y cinturón negro en karate.
Un dato curioso: el presidente ruso es amigo del actor estadounidense y experto en artes marciales japonesas Steven Seagal, a quien otorgó la nacionalidad rusa en noviembre de 2016. Seagal, de 64 años, declaró que Putin es "uno de más grandes líderes mundiales".
Justin Trudeau: El canadiense es un gladiador dentro y fuera de la arena política. Incluso antes de convertirse en el primer ministro de su país en 2015, se calzó los guantes para darle una paliza a un rival.
Previo al combate, el conservador se postulaba como favorito. Tenía entrenamiento en artes marciales y era reserva en las Fuerzas Canadienses. Pero Trudeau no era ningún novato. De chico había aprendido judo con su padre, el exprimer ministro Pierre Trudeau, y practicaba boxeo desde sus 20 años.
La pelea terminó en tres rounds. El actual primer ministro de Canadá no sólo derrotó a su contrincante por nocaut, sino que su victoria quedó documentada en vídeo.
Evo Morales: El presidente de Bolivia desde 2006 no sabe artes marciales ni defensa personal. A este mandatario lo apasiona el fútbol. Sin embargo eso no quiere decir que no pueda batir a un rival.
Así lo demostró durante un partido disputado en La Paz cuando propinó una dura patada en la entrepierna de un un político de la oposición.
La respuesta del presidente no se hizo esperar, le propinó una patada en la entrepierna al agresor, que cayó al suelo.
"Pasé el balón y recibí, de repente, una patada y no fue la primera vez que eso se produjo", declaró Morales quien admitió haberse equivocado en la reacción al término del convulsionado encuentro que terminó con empate a cuatro y la misma cantidad de expulsiones y amonestaciones.
Así que ya sabes, no te metas con los mandatarios de Rusia, Canadá y Bolivia si no quieres terminar mal.