"Para realizar el segundo tramo, Rusia y los miembros del consorcio necesitan garantías que no correrá la suerte del South Stream, que la Comisión Europea no pondrá veto de alguna forma a este proyecto", dijo en Bruselas.
Explicó que los países del sur de Europa están interesados en el proyecto y pueden demostrar este interés a los "burócratas en Bruselas".
El 10 de octubre, Rusia y Turquía firmaron un convenio intergubernamental que prevé la construcción del gasoducto Turk Stream para el suministro de combustible al mercado turco y, a través de Turquía, a otros países del sureste de Europa.
El tramo submarino, de 900 km de largo, incluirá dos líneas paralelas, con una capacidad anual de 15.750 millones de metros cúbicos cada cual, que se tenderán de la costa rusa del mar Negro cerca de Anapa al poblado turco de Kiyikoy.
El convenio establece que el tramo submarino debe completarse en diciembre de 2019.
A principios de diciembre el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, firmó la ley previamente aprobada por el Parlamento turco para ratificar el acuerdo con Rusia sobre la construcción de Turk Stream.