Según el jefe del Gobierno ruso, todos los responsables de organizar el ataque deben responder por ello.
Horas antes, durante la apertura de una exposición de fotos en Ankara, un desconocido abrió fuego contra los presentes e hirió al embajador ruso, así como a otras tres personas.
El Ministerio ruso de Exteriores confirmó que el diplomático murió a consecuencia de las heridas sufridas, calificando lo ocurrido como un atentado terrorista.
El Comité de Investigación de Rusia abrió una causa penal por el ataque.