Según Medical Daily, se llegó a esta conclusión después de realizar escáneres cerebrales durante un año a personas que hacen 'jogging' regularmente y a otras que llevan por lo general una vida sedentaria y no participan en ninguna actividad deportiva. La masa corporal y el nivel de educación de los individuos eran equiparables, si bien la edad de los participantes oscilaba entre los 18 y los 25 años de edad.
El estudio puso de relieve que, en comparación con los que no realizan en absoluto actividad física, los 'runners' tenían más conexiones funcionales en varias áreas del cerebro, incluyendo la corteza frontal, que desempeña un papel importante en la planificación, toma de decisiones y está relacionada, además, con la capacidad de cambiar la atención entre tareas.