"Me dijeron que querían ver a Yume. Por favor, aquí está: está en buena forma", dijo Putin en la reunión con los periodistas, quienes admitieron estar un poco asustados por los ladridos del perro.
El can obedeció a las órdenes del líder ruso, pero no dejó de ladrar durante todo el tiempo a los presentes en la sala presidencial. Según Putin, la mascota suele ladrar, pues de ese modo "siempre protege a su dueño".
Yume fue un regalo que el gobernador de la prefectura japonesa de Akita le hizo al mandatario ruso hace cuatro años. El nombre del perro significa 'sueño' en japonés.