En 1984, el ingeniero ruso programó un juego muy simple: consistía en tetraminos —piezas conformadas por cuatro cuadrados— que caían al son de la melodía tradicional rusa 'Korobéiniki'. El jugador debía ordenarlas de modo de formar filas y evitar que se acumulen. A medida que el juego avanzaba, aumentaba la velocidad de caída de las piezas.
Esta idea simple sedujo a millones de personas de todas las edades más allá de la URSS, incluso a aquellos ajenos al mundo de los videojuegos. Pázhitnov se dio cuenta del éxito del juego cuando notó que las secretarias de su oficina comenzaron a jugar con el programa.
Para Gonzalo Frasca, catedrático de videojuegos de la Universidad ORT de Uruguay y ‘chief design officer' del estudio We Want To Know, se trata de uno de los juegos "más importantes de la historia".
"Es un juego que que tiene una pureza, una elegancia, quizás justamente por sus orígenes matemáticos. Es muy elegante porque con muy pocos elementos logra un desafío muy alto y cumple con una de las reglas básicas de los videojuegos: fácil de aprender, difícil de dominar", indicó Frasca, quien no duda en poner al Tetris en su "top 3" de juegos preferidos.
De hecho, el catedrático uruguayo tiene en su oficina un cuadro con un tetramino dibujado por Pazhnitov, al lado de un Pac Man esbozado por el creador de dicho juego. Para el especialista, el Tetris está "en el Olimpo de los videojuegos" y su creador es "uno de los artistas que marcó la última parte del siglo XX, claramente anunciando una forma no solo de entretenimiento, sino de expresión" que hoy en día goza de una enorme potencia cultural.
De hecho, para tener una idea de la magnitud de la importancia del ingeniero ruso en los videojuegos, se lo podría comparar con Sergei Einseinstein, Charles Chaplin o a D. W. Griffith en el cine.
"[Tetris] fue uno de los primeros juegos que a nivel masivo le abrió las puertas no solo a los niños sino también a generaciones de jóvenes y de adultos. El tetris es un juego que lo han jugado muchos adultos, cuando antes se veía en el juego una cosa más infantil", añadió.
El grado de abstracción del Tetris ha dado lugar a múltiples interpretaciones. Algunos, dijo Frasca, afirman que representan "lo complicada que es la vida moderna". Esta idea sería representada a través de la caída constante de los pequeños bloques. "Uno tiene que ir acomodándolos lo mejor que puede, rezando para que aparezca tal o cual ficha que es la que necesitamos para completar la fila. Es como un trabajo de nunca acabar", ilustró.
"El hecho de que sea esta caída constante de piezas que cada vez vienen más rápido hace también que sea una tarea un poco titánica, en el sentido de a ver hasta dónde se llega. Es un juego que no se puede ganar", apostilló.
Ya había habido "copias de juegos occidentales a versiones soviéticas, pero en el otro sentido no había pasado nunca", comentó el catedrático. La obra de Pázhitnov se difundió en occidente con la popularización de la consola portátil Game Boy, "uno de los grandes popularizadores de los videojuegos".
"Creo que si hablamos de los clásicos de los videojuegos de la primera época como quien habla de los clásicos de cine mudo, claramente es uno de los juegos más importantes del siglo XX, sin ninguna duda", concluyó.