El documento fue preparado por el Departamento de Estado para ser utilizado en las reuniones sobre las operaciones en el Tíbet. Contenía algunas recomendaciones sobre cómo proporcionar apoyo a los separatistas tibetanos y al dalái lama.
El historiador y publicista ruso Dmitri Verjotúrov analizó la historia de las relaciones entre la CIA y el dalái lama y comentó a Sputnik sus conclusiones.
La divulgación del memorándum produjo mucha confusión entre los partidarios del líder tibetano. De esta manera, el 2 de octubre de 1998, los representantes del dalái lama declararon a The New York Times que los 180.000 dólares recibidos habían sido gastados en las oficinas de Ginebra y Nueva York, y no en las necesidades del guía espiritual budista. No obstante, el documento indica claramente que el dinero había sido enviado a su residencia en la ciudad india de Dharamsala.
Por primera vez, EEUU expresó su interés en el Tíbet en 1942, cuando se produjeron varios problemas relacionados con los suministros de armamento a las tropas del Kuomintang, debido a que los japoneses habían tomado el control de la carretera que conectaba Birmania con China. No obstante, con la fundación de la República Popular de China en 1949 y la derrota del Kuomintang, el interés estadounidense creció aún más. Desde entonces, Washington empezó a entablar contactos con cualesquiera organizaciones anticomunistas esperando organizar un movimiento de resistencia a los comunistas chinos.
Además, en 1963, la agencia central de inteligencia de EEUU creó una amplia red de espionaje de 20 agentes residentes, dos grupos de agentes móviles y seis unidades que aseguraban el cruce de la frontera entre China y la India.
A principios de los años 70, la CIA continuó asignando fondos directamente al líder tibetano, pero las operaciones de inteligencia se llevaron a cabo independientemente y desde la zona fronteriza con Nepal.
Muchos años después, el propio dalái lama y sus seguidores más cercanos reconocieron haber trabajado para favorecer los intereses de EEUU. En 1999, el líder espiritual afirmó que los lazos con la CIA le habían perjudicado más que favorecerle.