El segundo tema relevante es la posibilidad de un régimen de visados más laxo entre los dos países. Actualmente, los empresarios japoneses que quieren visitar las islas deben adquirir una visa rusa; el Ministerio de Asuntos Exteriores japonés condena esta situación, ya que esta clase de régimen de visado es considerada también una forma de aceptación de la soberanía rusa sobre las Kuriles.
Sin embargo, el portavoz de Exteriores japonés, Yasuhisa Kawamura, informó anteriormente que cualquier cambio en el régimen de visado será anunciado durante el encuentro de los dos líderes, y que además afectará no solo a ciertos territorios, sino a todo el país.
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El tercer tema será el de las islas Kuriles en su conjunto. Aunque anteriormente en los medios se habló de un posible traspaso de dos de las islas a Japón, actualmente la opinión de la prensa japonesa es más moderada.
"Como resultado del encuentro en Yamaguchi [entre Putin y Abe] no veremos la devolución de ninguna de las islas a Japón", explica el diario japonés, citando a un alto funcionario del Gobierno nipón.
De acuerdo con el diario, a causa de las sanciones —impuestas a Moscú por Tokio—, las importaciones de Rusia a Japón se redujeron en un 27.3% y las exportaciones de Japón hacia Rusia en un 36.4%, lo que ha generado descontento en el país eslavo.
Conoce lo que los científicos rusos descubrieron en las islas #Kuriles https://t.co/CF9e64AUho pic.twitter.com/xUWfiWvhBR
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 15 сентября 2016 г.
Las relaciones entre Rusia y Japón se han visto obstaculizadas por la falta de un acuerdo de paz entre los dos países. Ambos países continúan técnicamente en guerra desde 1945.
Tokio condiciona su firma a la devolución de las cuatro islas del archipiélago de las Kuriles (Iturup, Kunashir, Shikotán y Jabomai) alegando el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que suscribió con Moscú en 1855.
El país eslavo, a su vez, señala que estos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial en virtud de los acuerdos internacionales y que Rusia asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS.