"Se ha llevado a cabo un ataque terrorista contra las fuerzas de seguridad y nuestros ciudadanos. Las explosiones, después del partido de fútbol entre el Besiktas y el Bursaspor, iban dirigidas a causar el mayor número de víctimas posible. Como consecuencia de estos ataques, tenemos mártires y heridos", ha declarado Erdogan en un comunicado.
Las explosiones se registraron unas horas después de que acabase el partido que enfrentó al Besiktas con el Bursaspor, dos de los principales equipos de la liga turca. El ministro del Interior turco, Suleiman Soylu, informó de inmediato del ataque y dio el balance de 20 heridos. Sin embargo, el propio Soylu informó más tarde de que el balance final del atentado era de 29 muertos y 166 heridos. En la misma rueda de prensa, el ministro también afirmó que se habían producido 10 detenciones relacionadas con los ataques.
Soylu, que tildó el ataque de "plan cruel", explicó que se produjeron dos explosiones, una primera, fruto de la detonación a distancia de un coche bomba cerca de un autobús de la policía turca, y una segunda, llevada a cabo por un kamikaze, que se hizo estallar en un parque cercano al estadio de fútbol del Besiktas.