"Creo que Rusia debe reconocer la posibilidad de que su equipo olímpico se vea suspendido de los Juegos (de 2018), pero todavía le queda un año para probar que la situación ha cambiado", dijo a la agencia rusa de noticias R-Sport.
A la vez, señaló que el estudio de la comisión independiente de la WADA demostró la existencia de prácticas de dopaje en Rusia, al comentar que "es la hora de reconocerlo".
Este 9 de diciembre la comisión de la WADA encabezada por Richard McLaren presentó la segunda parte de su informe, con lo que termina su investigación de las prácticas de dopaje entre atletas rusos y traspasa su expediente a otros organismos reguladores.
Tanto el Ministerio de Deporte ruso como el Kremlin rechazaron tales acusaciones por "infundadas".
A raíz del informe, toda la selección paralímpica de Rusia, así como los combinados nacionales olímpicos de halterofilia y atletismo (salvo una deportista, Darya Klishina, quien se entrena en EEUU) fueron suspendidos en los Juegos de Río de Janeiro 2016.
A finales de noviembre, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó una ley que establece responsabilidad penal por incitar a los deportistas al dopaje.