"Esta mina fue abandonada por sus inversionistas y empleadores, que dejaron a los trabajadores a la deriva y el Gobierno le negó los recursos", afirmó Navarro, del Partido País.
"El Gobierno empujó al fondo de la mina a los mineros al rechazar la indicación (en el presupuesto para 2017) que ponía a disposición de la mina Santa Ana un monto de 400 millones de pesos (unos 603.000 dólares) para realizar los arreglos necesarios en materia de seguridad, para obtener productividad de carbón", aseguró el político de País.
El legislador, que ha seguido y abogado por la resolución de este conflicto desde el año pasado, aseguró que los mineros, en conjunto con un síndico de quiebras, han pasado a tener la propiedad mayoritaria de la explotación sacrificando sueldos e imposiciones pendientes de la administración anterior.
Hasta la fecha los trabajadores del carbón se encuentran sin sueldo; sin embargo el Gobierno ha destacado la contribución prestada a estos funcionarios desde que se declaró la quiebra de la faena en agosto de 2015.
El secretario regional de Minería del Bíobio, Lautaro Benítez, declaró a radio Bíobio que el acuerdo con los mineros consistía en capacitaciones para cada trabajador, una manutención económica, asesoría legal y veinte pensiones para los colaboradores más antiguos, "que se han cumplido", indicó.
No obstante, reafirmó que la mina Santa Ana se encuentra en cierre total debido a que "no reúne las condiciones para su explotación" por problemas de mantención, ventilación, fortificación y altos niveles de acumulación de agua y gases nocivos en su interior.
Los mineros "quieren trabajar y producir, y para eso es necesaria una inversión directa para temas de seguridad, que solo podía hacerse mediante una ley de la República", sentenció el senador.
Por su parte, Benítez aseveró que no existe un instrumento normativo presupuestario que permita al Gobierno comprar la mina para entregarla a los mineros con el fin de que ellos la trabajen.
"Eso no está en el ordenamiento jurídico chileno", aclaró.
La toma bajo tierra, que este viernes suma cuatro días, es apoyada desde la superficie por el resto de los 170 trabajadores de la mina y por familiares de los trabajadores, quienes no descartaron sumarse a esta protesta si el Gobierno no responde a sus peticiones.
El año pasado 73 mineros del yacimiento Santa Ana realizaron una huelga similar de 14 días en protesta por sueldos y cotizaciones impagas, enfrentados al riesgo de estar a 650 metros de profundidad e inhalando gases tóxicos de manera constante.