"El PISA construye un mecanismo artificial, lo impone y nadie lo cuestiona, y luego compara, porque en realidad es un complejo mecanismo de evaluación, pero al final hace un ranking, es como un concurso de belleza de la pedagogía para ver quién salió primero y quién salió último", dijo Gentili.
Entre los 72 países participantes se encuentran nueve latinoamericanos: Brasil, Chile, Costa Rica, Colombia, República Dominicana, México, Perú, Uruguay y Puerto Rico.
Varios investigadores llevan años cuestionando los procedimientos y varios de los fundamentos que dieron origen a estas pruebas.
"La OCDE parte de un principio equivocado, de que hay una forma de pensar el desarrollo y el mundo, que es universal, de Shanghái hasta República Dominicana, todos los jóvenes con 15 años tienen que saber un conjunto de cosas que son fundamentales para sobrevivir y progresar en la vida", arguyó Gentili.
El fundamento se basa en lo que piensan "un conjunto de burócratas" de una organización dedicada a la economía mundial "de los países más poderosos del mundo" y que se impuso como la visión dominante "a partir de la cual es posible pensar y presentar los objetivos de la educación", criticó Gentili, profesor de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro.
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"Esto no es nada menos que una evaluación de los sistemas educativos nacionales a la luz de estos principios y estas competencias que nunca se ponen en duda y que establece un horizonte, un modelo educativo colonial, dominante y para nada universal ni científico", añadió el especialista en ciencias de la educación.
Para Gentili, a pesar de que las pruebas PISA son "un verdadero desastre", se imponen por la fuerza que ejerce la organización poderosa que las realiza en los medios de comunicación.
"A muchos medios les resulta fantástico porque simplifica algo que es muy complejo presentando un ranking, (lo cual) es patético", criticó.
Calidad de la educación
Hablar de educación en la región requiere tener en cuenta que los países tienen experiencias educativas diferentes, según Gentili.
En Argentina o Brasil "el problema de la igualdad es central, porque vivimos en la región más desigual del planeta", afirmó.
"Calidad es inversión en América Latina, inversión pública, trabajo decente de los docentes; en cada región hay una lógica para pensar la calidad y no creo que PISA refleje esto para nada", añadió el politólogo.
"Cada vez que tienen que exponer algo que funciona mal en nuestros países lo explican atribuyéndoselo a la educación y a los docentes (lo cual) ha alejado a muchísima gente de la escuela pública", señaló.
En el caso de Chile, que presenta el mejor desarrollo educativo de América Latina en las pruebas PISA, se trata de un "excelente promedio" resultado de una "profunda desigualdad, hay escuelas de élite que tienen muy buenos resultados, pero hay un montón que tienen pésimos resultados", observó.
En la evaluación divulgada el martes participaron alrededor de 540.000 estudiantes de 15 años de 72 países.
La prueba de dos horas de duración evalúa los conocimientos y habilidades en ciencia, matemáticas, lectura, solución colaborativa de problemas y alfabetización financiera.