Los resultados de la investigación publicada en la revista científica Nature, indican que la estimulación del cerebro de los ratones ayuda a volver a sincronizar sus circuitos neuronales. Según los científicos, si esta técnica funcionara en los humanos, podría convertirse en la base de una terapia prometedora, dado que dicho tratamiento es fácil de realizar y no requiere de técnicas invasivas.
La clave de la investigación radica en la actividad eléctrica de las neuronas. Los circuitos neuronales sincronizados generan ondas cerebrales de diferentes tipos según las funciones en las que trabaje el cerebro. Entre las que tienen una mayor frecuencia están las denominadas ondas gamma, que oscilan aproximadamente de 30 a 90 veces por segundo y que centraron la investigación del equipo de investigadores, liderado por la profesora Li-Huei Tsai.
Li-Huei informa que las ondas gamma hacen más activas a unas células de defensa y limpieza llamadas 'microglía', que por lo tanto erradican con mayor intensidad la proteína amiloide, causante de la enfermedad neurodegenerativa. De esta manera se estimula la propia capacidad del cerebro para reparase a sí mismo.
Los científicos aún no pueden decir con exactitud a que se debe tal reacción, pero esperan poder lograr una reducción permanente y significativa del nivel de betaamiloides en el cerebro de pacientes que sufran de la enfermedad de Alzheimer con técnicas de estimulación cerebral no invasiva, como lo podría ser la meditación.