Los investigadores informan que más de 10 millones de nuevos casos se producen cada año. Y esto se debe en gran parte a la aparición de una nueva cepa pandémica llamada SS14-Ω.
La investigación, publicada en la revista Nature Microbiology de la Universidad de Zúrich, ha analizado el ADN de la enfermedad para ayudar a determinar por qué la cepa se ha vuelto resistente al potente antibiótico azitromicina.
Resulta que los científicos hallaron que la resistencia de la sífilis tiene que ver con que la enfermedad tiene una larga historia. Las muestras tomadas de los pacientes modernos se remontaban a un antepasado común del siglo XVIII. En los años 50 del siglo XX, la enfermedad experimentó su última mutación, que se expandió por culpa de una pandemia.
El experto en enfermedades infecciosas Sanjaya Senanayake, de la Universidad Nacional de Australia, asegura que el nuevo brote de sífilis no es algo realmente alarmante y su nueva resistencia antibiótica tampoco supone un problema enorme.