Marina. Su origen del latín se refiere al mar. Es muy popular en Rusia. Marina Semiónova, por ejemplo, fue una conocida bailarina y maestra del Teatro Bolshói. En Brasil, Marina Lima es una popular cantante. En Uruguay, la actual ministra de Desarrollo Social se llama Marina Arismendi.
Natalia. Seguramente tengas una amiga con ese nombre. Su diminutivo ruso, Natasha, también puede ser encontrado como nombre propio en América Latina. En Uruguay, por ejemplo, hubo más de 10.000 registros de Natalia entre 1960 y 2010 y otros 644 de Natasha en el mismo período, según el portal 180. Una de las "Natalias" uruguayas es mundialmente conocida: la actriz Natalia Oreiro.
Tatiana. En 1980, Brasil registró más de 73.000 personas con ese nombre, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Pero en otros países de la región también pueden ser común escucharlo. En México, la cantante y actriz Tatiana Palacios es conocida como "la reina de los niños". En Rusia, la extenista Tatiana Panova llegó a la clasificación de número 20 en el ranking mundial del deporte en 2002.
Irina. No está entre los nombres más comunes, pero tampoco causa ruido a un oído latino. Durante el año 1990 se produjo uno de los mayores registros de personas bautizadas como Irina en Uruguay y en Brasil. En Colombia, una diseñadora de moda ha ganado proyección en su país: Irina Vargas. Recientemente, la modelo rusa Irina Shayk, exnovia del futbolista portugués Cristiano Ronaldo, causó furor en Internet tras desfilar embarazada para una marca de ropa interior.
Vladimir. No es solo el primer nombre del presidente de Rusia, Putin, del revolucionario Lenin y del autor de la novela ‘Lolita', Nabokov. En Brasil, un conocido actor tiene mucho éxito entre las mujeres: Vladimir Brichta.
A la lista se puede sumar más nombres populares en América Latina y Rusia, como Sonia, Tania, Karina, Yuri y Lidia, entre otros.