El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recordó en su discurso que la Constitución es "el pacto más importante que se ha hecho entre españoles en los últimos 40 años, afirmando la unidad, la soberanía nacional, la igualdad entre españoles y garantizando nuestros derechos" pero no negó la necesidad de reforma.
Sin embargo, pidió "prudencia" si se pretende abordar una reforma a la que el Gobierno está dispuesto, siempre y cuando se parta de un "consenso previo".
Por su parte, Javier Fernández, presidente de la Gestora del PSOE, ha destacado la relevancia de la Constitución del 78 y ha señalado que ello no impide defender la necesidad de "reformarla porque es la mejor forma de defenderla".
A este acto, celebrado en el Congreso de los Diputados, no asistieron los partidos nacionalistas así como las principales formaciones de izquierdas, las que más demandan una reforma o incluso "una nueva".
"La Constitución de 1978 no es heredera de su antecesora democrática de 1931, sino del régimen franquista, necesitamos una nueva Constitución", señala Izquierda Unida.
Los principales líderes de Podemos no asistieron al acto, pero enviaron una delegación encabeza por su secretario de organización, Pablo Echenique, que ha reclamado una reforma "porque la actual redacción permite injusticias en el terreno de los derechos o la vivienda", entre otras.