"Las elecciones enviaron a las ciudades y las aldeas de Europa una clara señal rojiblanca (colores de la bandera de Austria) sobre la política de coexistencia que es un valor europeo que no solo tiene sentido sino también nos lleva al éxito", dijo Van der Bellen en su primer discurso después de la elección.
El presidente electo prometió "dar prioridad a lo que reúne ante lo que separa independientemente de los intereses del partido" y representar de una mejor manera a Austria en el exterior intensificando los contactos internacionales del país.
El 4 de diciembre Austria repitió la segunda vuelta de las presidenciales después de que en julio pasado el Tribunal Constitucional anulara los resultados de la votación celebrada en mayo por numerosas irregularidades en el recuento de los votos.
Lea más: Escalofríos en la casa europea
En la votación del 4 de diciembre, Van der Bellen cosechó el 53,8% de los votos.