Sistemas rusos de guerra electrónica, por encima de todos

En 1904 durante la guerra ruso-japonesa, Rusia utilizó por primera vez en la historia tecnologías de la guerra electrónica —las estaciones navales rusas crearon de manera artificial interferencias en las transmisiones de telegramas entre los buques de la flota japonesa—.

Más tarde, las dos Guerras Mundiales y los acontecimientos en el Cáucaso del Norte dieron un fuerte impulso para el desarrollo no solo de la radiocomunicación sino también de los conceptualmente nuevos métodos de neutralización de los sistemas de reconocimiento enemigos, de señales, navegación y detección de centros de ataques cibernéticos.

De esta manera, los ingenieros rusos han logrado crear y perfeccionar un fundamento más poderoso, seguro y único para todas las unidades especiales de la Fuerza Armada de Rusia. Según indican numerosos expertos, los complejos de alta tecnología rusos que garantizan la inteligencia de señales son superiores a sus análogos extranjeros.

Entre ellos está el complejo de guerra radioelectrónica de gran movilidad y usos múltiples Borisoglebsk-2, diseñado para abastecer las unidades especiales de guerra radioelectrónica, que forma parte de las brigadas de infantería mecanizada de las Fuerzas Armadas de Rusia.

Este complejo puede utilizarse para llevar a cabo operaciones de inteligencia de señales gracias a su capacidad de desorientar al enemigo sin permitirle transmitir ningún tipo de información.

Danil Gatilov, experto de la Corporación Unida de Fabricación de Equipos (OPK, por sus siglas en ruso) —empresa que se dedica al desarrollo de los sistemas de guerra radioelectrónica—, compartió con Sputnik qué otras capacidades tiene el país eslavo en este sector de la industria militar.

"Nuestro complejo de inteligencia de señales y de contramedidas electrónicas es un producto prometedor, que es la base técnica del departamento de guerra electrónica de la Fuerza Armada de Rusia", dijo Gatilov.

Además, destacó que el objetivo principal del nuevo sistema es la búsqueda de fuentes y canales de radiocomunicación enemigos y la generación de interferencias con el fin de bloquear estos canales. El complejo está construido de forma modular y, dependiendo de las tareas establecidas, puede integrar hasta 9 aparatos.

Por sus características avanzadas, el Borisoglebsk-2 atrae a compradores extranjeros de numerosos países, sobre todo del Oriente Próximo, Asia y América del Sur, prosiguió Gatilov. Así, partiendo de las necesidades de los clientes, se formará y se equipará una modificación del complejo, adoptada especialmente para la exportación.

Entre los posibles compradores del novedoso sistema ruso está Irán que, a juicio del experto, "ha desarrollado con Rusia una fuerte alianza estratégica en el ámbito de defensa". Así, en el marco del programa de modernización del complejo militar y de defensa, emprendido por Teherán, Rusia podría suministrar a la República Islámica sus nuevos sistemas de guerra electrónica.

"La solidez de la cooperación técnico-militar entre Rusia e Irán ha sido probada no solo con el tiempo, sino con las acciones también", concluyó.