"Desde el año 2000 no habíamos vivido un noviembre parecido en Rusia, según los datos de monitoreo del clima del Centro Hidrometeorológico. El frío se impuso en casi todo el territorio del país, desde la frontera occidental hacia el mar de Ojotsk [en el oriente]", reza el comunicado del ente.
A pesar de que la mayoría del país vivió una temporada fría, curiosamente, las regiones árticas de Rusia padecieron un calor inusual, con hasta 4 y 8 grados centígrados sobre la media.
Por otro lado —literalmente—, en el hemisferio Occidental el noviembre pasado resultó el más caliente de toda la historia, con entre 4 y 8 grados centígrados sobre la media, contrapesando los récords de Eurasia.
Así, solo diciembre queda para determinar si el año 2016 realmente será el más caliente de la historia del planeta —según lo han vaticinado varios experto— o fracasa en adelantar a su antecesor, el 2015, señala el comunicado del Centro ruso.