Un 'termómetro' mucho más importante para medir la salud y el bienestar son las relaciones con los parientes, amigos y cónyuges. Así lo ha determinado una investigación que, desde 1938, ha seguido de cerca y ha examinado las vidas de más de 700 hombres y, en algunos casos, de sus esposas. En los últimos tiempos, la investigación está encabezada por Robert Waldinger.
Al mismo tiempo, un profesor de la Escuela de Derecho de Harvard llamado Sheldon Glueck comenzó a estudiar a hombres jóvenes de algunos de los barrios más pobres de Boston, incluyendo 456 que lograron evitar ser delincuentes a pesar de provenir de hogares problemáticos. Finalmente, los dos grupos se fusionaron en un solo estudio.
Al analizar los factores que influían fuertemente en la salud y el bienestar de los participantes, los científicos encontraron que las relaciones con los amigos, y especialmente con las esposas, eran fundamentales. Las personas inmersas en relaciones más fuertes estaban protegidas contra las enfermedades crónicas, las enfermedades mentales y la pérdida de memoria, incluso si esas relaciones tuvieron muchos altibajos.
"Durante estos 75 años, nuestro estudio ha demostrado que las personas con las mejores vidas fueron las que tenían mejores relaciones con su familia, amigos y con su comunidad en general", concluyó Robert Waldinger.